HERNIA DISCAL ¿PARA SIEMPRE?


Mi visión como Fisioterapeuta y Paciente sobre el tratamiento de la hernia discal.

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Aviso, no es un artículo técnico ni científico, es un artículo de opinión.  

Con 23 años, mientras estudiaba la carrera de Fisioterapia en la Universidad de Salamanca, sufrí un episodio de lumbalgia muy agudo que no evolucionaba bien y tras una RMN (resonancia magnética nuclear) dos meses después, se confirmaron dos lesiones discales, una protrusión L4-L5 que contactaba con la raíz izquierda, y una hernia discal L5-S1 que obliteraba en un 50% la salida de la raíz nerviosa izquierda por el agujero foraminal. Dos lesiones discales importantes con tan solo 23 años, en un chico acostumbrado a practicar deporte diariamente de forma intensa.

El traumatólogo me recomendó operarme y que dejara toda actividad deportiva de por vida. Por aquellos días apenas podía levantarme de la cama yo solo, y tenía dolores insoportables desde la espalda hasta la punta del dedo gordo. Decidí no operarme y seguir un tratamiento de Fisioterapia y Osteopatía recomendado por un profesor de la escuela de Fisioterapia al que hoy día agradezco enormemente sus consejos y sus benditas manos.

Hoy 10 años después sigo haciendo deporte; montañismo, natación, BTT, running, algún duatlón, alguna carrera de montaña y gimnasio. Con ciertas precauciones y a veces algo de molestia pero nada significativo que me impida. Y considero la actividad física el medio imprescindible para mantener mi espalda sana y prevenir futuras recaídas.

Mi experiencia como Paciente y Fisioterapeuta a la vez me ha hecho reflexionar mucho sobre esta patología y el tratamiento que la medicina tradicional propone ante una hernia discal. En mi recorrido profesional como Fisioterapeuta y Osteópata he podido observar la evolución de muchos pacientes con hernias discales, los resultados de diferentes tratamientos médicos y quirúrgicos  y su evolución en el tiempo.

 

ACEPTACIÓN

El conocimiento de la lesión es fundamental para que el paciente asimile e integre en su cuerpo y mente el daño estructural que tiene. Aceptar tu lesión es el primer paso para iniciar la recuperación. A menudo me encuentro a pacientes que luchan contra su hernia discal, no la admiten y se cabrean de sobremanera por sus dolores. No comprenden su situación y esto entorpece el proceso de curación.

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En la primera sesión, cuando conozco a un paciente con esta lesión, lo primero que hago es ver su nivel de aceptación, y les doy una charla sobre hernias, pinto en mi pizarra las fases por las que se pasa para que comprenda lo que cabe esperar a corto, medio y largo plazo de sus dolores. Cuando uno comprende el camino por el que discurrirá su lesión a lo largo de los meses todo es más fácil, aunque ese día siga doliendo igual, sabes que es normal y que si todo va bien en un tiempo todo mejorará. Y la hernia discal se estabilizará.

Y esto ayuda mucho mentalmente a visualizar tu recuperación.

 

 

 

 

MEDICACIÓN

Por desgracia no existe ningún medicamento que al tomarlo haga desaparecer la hernia discal, así que el tratamiento farmacológico sirve para mitigar el dolor y reducir la inflamación de los tejidos. Para paliar los síntomas como se dice en el argot médico.

Mi opinión al respecto es que antes de prescribirlos hay que informar bien al paciente de su buen uso. No me refiero a efectos secundarios de los antinflamatorios AINES y glucocorticoides (INZITAN) que ese es otro tema para un blog entero. Si no para que sirven realmente.

Sirven para reducir el dolor y la inflamación mientras pasas la fase más aguda de dolor, no es poco. Pero NO SIRVEN para que mientras que los tomas, como sientes menos dolor, te pienses que ya la hernia ha mejorado y vuelvas a tu actividad laboral, deportiva cotidiana al día siguiente. Tras esto es fácil una recaída aún peor que antes.

Mi consejo, es que sigas de reposo, la hernia sigue igual que hace 3 días y que hace 10, así que no la irrites más aunque te sientas mejor. Hasta 4 meses puede durar la primera fase aguda de esta lesión, y cualquier recaída alargará esta fase tan dolorosa e incapacitante. Ayúdate de los medicamentos si necesitas calmar tu dolor pero respeta el reposo y el tratamiento fisioterápico, no lo dejes antes de tiempo.

 

EN MANOS DE UN PROFESIONAL

 

hernia-discalEl electricista del barrio, el hijo de la Merche,  que hizo un curso de quiromasaje no es el profesional indicado para tratar esta patología, ni para dar consejos sobre que ejercicios hacer cuando tienes una hernia discal.

No digo más.

Es tu salud la que está en juego.

 

 

 

 

 SOBRETRATAMIENTO

 

La ansiedad por el dolor tan agudo e incapacitante de la fase aguda nos hace buscar desesperadamente el tratamiento que me arregle YA este sin vivir.

hernia-discalAsí que los lunes voy a Burgos a que me pinchen con abejas, los martes a un coreano que pone ventosas (me lo recomendó la vecina del quinto que a su nuera le fue divino), los miércoles al curandero de Segovia a que me imponga las manos, los jueves al fisioterapeuta, los viernes al quiro del barrio y el sábado a Madrid a un tratamiento de mesa de tracciones. La semana que viene me infiltro ozono, y después unas ampollas de inzitan. A ver si en 10 días estoy listo y me olvido de esto cuanto antes. Típico paciente que aún no sabe que lesión tiene

ni la ha aceptado como suya, ni le han informado bien se su evolución.

 

 

 

Mi opinión: el cuerpo sabe curarse por si mismo, y las terapias sirven para ayudar, estimular y favorecer esa autocuración. Cada terapia (no quiero menospreciar ninguna en concreto) provoca una respuesta en nuestro organismo no solo a nivel de la hernia sino a nivel global de todo tu cuerpo. Con ese bombardeo de tratamientos tu cuerpo no va a ser capaz de asimilar nada bueno, lo más probable es que se irrite aún mas (no se notará si a la vez te estas atiborrando de antinflamatorios) hasta que el sistema se satura y la recaída es histórica, y para entonces ya no te hacen efecto ni los medicamentos para caballos (como se suele decir).

Yo aconsejo en fase aguda un tratamiento cada 5 días y mucho reposo de por medio. Según el estado de cada paciente enseño algunos ejercicios tipo movilizaciones suaves en colchoneta para ir quitando rigidez al sistema e ir movilizando las articulaciones afectadas de forma ordenada. Los tratamientos con terapia manual poco invasivos. Tecnicas miofasciales, terapia craneosacra, y relajación de todo el sistema nervioso central.

El yoga y la meditación son buenos aliados para esta fase de tanta ansiedad y dolor contínuo.

 

¿DEBO OPERARME?

 

Solo se recomienda la cirugía si la hernia discal está poniendo en peligro la integridad del tejido nervioso que comprime. Lo que se traduce en pérdida de fuerza en la extremidad que afecta, resultado desfavorable en el electromiograma, alteración de la sensibilidad y ausencia del reflejo osteotendinoso. Estos son síntomas que nos indican que hay una estructura nerviosa sufriendo un daño que podría llegar a lesionarlo por completo y provocar una parálisis permanente.

Si no tienes estos síntomas, y tu principal síntoma es el dolor, es mejor que esperes a que escampe. Puedes pasarte 6 meses con dolores, pues sí, pero más vale eso que toda una vida con molestias ya sin remedio.

Años atrás se operaban con alegría muchas de las hernias solo con síntomas de dolor. Gran parte de esos pacientes aproximadamente a los 6 años después de operarse, empezaban a experimentar de nuevo lumbalgia y ciáticas.

Actualmente se operan menos, y los que optan por la cirugía lo hacen con técnicas mínimamente invasivas que minimizan la fibrosis y dan mejor resultado. Aún así también terminan dando dolores importantes al cabo de los años.

Tengo actualmente en consulta a muchos pacientes operados hace años con un problema de fibrosis importante. Son pacientes fijos cada 10 días para mantener su dolor a raya, pues las secuelas de la cirugía son para siempre.

 

TÉCNICAS RECOMENDADAS

 

Cada persona es única, cada hernia es única y responde de manera diferente a los tratamientos. Las recomendaciones sobre que deporte es el más conveniente son muy personales. Dependen de cada persona, puede que a un paciente le desencadene dolor correr y le alivia la natación, sin embargo a otro con la hernia en el mismo nivel con las mismas características le alivia la carrera y no soporta nadar.

No se deben aplicar protocolos de tratamientos. Cada caso personal debe estudiarse como único y las recomendaciones con para esa persona en concreto.

 

FASES DE UNA HERNIA DISCAL

 

El pasar por estas fases es algo de lo que no nos libramos ningún “herniado”. Lo fundamental es no retroceder a la fase anterior, con el fin de llegar a estabilizar la hernia y su proceso inflamatorio, entonces cesarán los dolores y podremos llevar una vida normal, con deporte incluido y en mi opinión necesario para mantenerse bien.

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Esta imagen corresponde a la evolución correcta de una hernia (no operada), en la que se aprecia como a lo largo de 5 años la hernia se va reduciendo (se deshidrata el tejido herniado y es reabsorbido).

 

  1. Fase Aguda:

Dolor insoportable, invalidante: Mucho reposo – Posturas antiálgicas.

Tratamiento farmacológico para paliar los síntomas (mantener reposo para evitar empeoramientos encubiertos = recaída) AINES, Corticoides.

Tratamiento de fisioterapia y Osteopatía: terapia cráneo sacra, terapia miofascial, técnicas de baja intensidad, que ayuden a reducir y calmar el estrés al que está sometido el cuerpo en general durante esta fase de dolores tan intensos.

 

  1. Fase Sub Aguda:

Tratamiento Fisioterapia – Osteopatía. 

Reducir la compresión.

Flexibilización articulaciones involucradas.

Liberación estructuras nerviosas.

Relajar musculatura (puntos gatillo).

Relajación tejidos fasciales.

Manipulación vertebral, lumbares, pelvis, sacro, pie y cráneo.

Actividad física dirigida personalizada: considero que no hay un deporte estrella para las hernias discales, pues cada paciente según sus peculiaridades personales asimilará los beneficios de un deporte y otro de forma única.

Tengo pacientes que el correr les genera dolor y empeoran rápidamente y otros que les relaja sin causarles ninguna molestia. Esto es debido a que la estructura corporal, la biomecánica y la disposición de la hernia hacen que la misma actividad desencadene efectos diferentes en pacientes a primera vista con idénticas lesiones discales. Es cierto que actividades en descarga como la natación están muy recomendadas pues de movilizan todas las estructuras corporales sin compresión sobre los discos, pero ¡precaución!!! ¿sabemos nadar con una técnica correcta?? Pues esto es fundamental para que sea una actividad positiva sobre nuestra lesión. Yo recomiendo hacer un curso de natación para empezar el contacto con la natación.

 

  1. Fase crónica (estable, sin dolores):

Dolor eventual, sin llegar a incapacitar.

Se aprecian molestias ocasionales (la hernia sigue ahí aunque ocupando menos espacio).

Vida laboral normal.

Vida deportiva normal aunque con algunas limitaciones o adaptaciones (según cada caso).

Sin Analgésicos.

Los episodios de dolor aparecen por causas reconocidas.

Actividad física como rutina de mantenimiento, para mantenerse en forma, tonificado (transverso del abdomen y demás estabilizadores de la faja lumbopélvica), nos ayuda a mantener un peso corporal adecuado, y flexibilidad articular.

Una visita mensual a tu fisioterapeuta de referencia que conoce tu lesión para hacer un tratamiento preventivo.

contacto

 

PABLO PORRAS DOMINGUEZ

FISIOTERAPEUTA

OSTEOPATA C.O. EOM

 

Aranda de Duero 17/02/2015